Nuestros Orígenes
El 11 de marzo de 1893, se hace apertura e inauguración del Externado San Bernardo, en honor a Monseñor Bernardo Herrera Restrepo, nombre que se mantuvo durante los 22 años posteriores a su fundación. Con el crecimiento de las matrículas en el Externado, el plantel se quedó sin capacidad para albergar tantos estudiantes, por lo que Monseñor Herrera se vio obligado a buscar un mejor modelo que perpetuara su proyecto pedagógico. En enero de 1911 Monseñor compró, con recursos propios, otros terrenos unas cuadras más al oriente del Externado y emprendió allí la construcción de la sede actual del Instituto. Así, con el interés de satisfacer las necesidades de la gente de bajos recursos del sector de ‘Las Cruces’ se les proporcionó talleres de mecánica, carpintería, tejidos y artes afines. En 1913 el barrio en donde fue construido el Instituto fue rebautizado como ‘San Bernardo’ y el 11 de septiembre de 1916, con ocasión de las bodas de plata episcopales y del cumpleaños del prelado bogotano, el entonces Primado de Bogotá Herrera Restrepo, inauguró solemnemente el edificio del Instituto San Bernardo De La Salle y dio apertura a las actividades académicas de la nueva escuela.
La capilla se termina en 1926. En 1934 se construye y ambienta la huerta institucional que se mantendría hasta 1950. En este periodo, el Instituto fue conocido como Escuela Agrícola, Escuela Superior de Agronomía, Escuela Normal Bernardina y Escuela Comercial Bernardina, dado su enfoque técnico agronómico y sus amplias extensiones de tierra dedicadas al cultivo y la horticultura.
En 1955 se registra la primera promoción de bachilleres bernardinos y, respondiendo a las necesidades del Distrito Lasallista, en 1959 el colegio reforma sustancialmente su currículo para darle más relevancia a la formación académica antes que a los saberes técnicos cediéndole el trabajo a la Escuela Técnica Lasallista.
Para 1962, la mayor parte del terreno del colegio había sido cedida o vendida para asegurar la solvencia económica de la institución, por esto las directivas, con la idea de modernizar la infraestructura del plantel, decidieron ejecutar en el espacio restante una reingeniería total de las construcciones existentes. Con dinero proveniente de donaciones, de los bienes del escolasticado y de los excedentes de las ventas inmobiliarias se emprendió la construcción de lo que sería el bloque A de la sede actual. Un comité de directivos aceptó demoler la capilla construida en la década de 1920 y ubicar allí la obra.
La construcción se inició en 1968, para el edificio se proyectaron tres plantas con capacidad de siete salones por piso, levantándose al sur del patio central del Instituto de manera que enfrentase a la calle 1B. Hacia 1971 la comunidad de los Hermanos construyó una casa para el Escolasticado adyacente al nuevo edificio. Los estudiantes fueron enviados a sus casas mientras se desarrollaban las obras, luego, viendo que su culminación tomó más tiempo de lo esperado, los hermanos suspendieron el año académico y, en un esfuerzo por darle una nueva cara al colegio, abogaron por compaginar la renovación estructural con la nueva reforma curricular.
En el tercer año de la década de los setenta los estudiantes volvían a las clases, regidos por la segunda y más sustancial reforma curricular desde su fundación. La reforma buscaba segmentar la academia del plantel y dividir los cursos por temáticas, así, el Instituto certificó a sus estudiantes, entre 1960 y 1973, como bachilleres humanistas (quienes estudiaban enfocados en las ciencias sociales y la literatura) y bachilleres científicos (cuyo enfoque era las ciencias exactas). De la misma manera, tomaba fuerza la pastoral del colegio, fortaleciendo el “Movimiento Juvenil Lasallista Indivisa Manet”, donde niños y jóvenes se acercaban aún más a los valores cristianos de la fe, la fraternidad y el servicio.
Por esta época data los inicios de la Banda de Honor del Instituto, la cual, a través de su historia, ha recibido innumerables reconocimientos, actuando en los más importantes concursos a nivel local y nacional, además de participar en calidad de invitada en eventos artísticos, deportivos y culturales en numerosas instituciones educativas, para quienes se convirtió en referente. La Banda de Honor llegó a ser considerada la segunda mejor a nivel nacional, sólo después de la Banda Presidencial.
En febrero de 1974, con el afán por unificar las titulaciones expedidas por el colegio, las directivas deciden reformar de nuevo el currículo, le cambian el nombre a proyecto educativo institucional y establecen el bachillerato académico de doble jornada como el nuevo enfoque formativo de la escuela.
En 1978 se comienza a ofrecer el servicio de transporte estudiantil, el bus número uno, importado desde los Estados Unidos en 1962, que servía a los paseos de la congregación es el primer medio utilizado. La flota crece con rapidez, en 1980 se adquiere el bus número seis y un año después los números dos y tres.
El grueso del estudiantado fue creciendo y con él los ingresos del colegio, que pronto adquirió las casas vecinas y amplió la vivienda de los Hermanos (que actualmente recibe al escolasticado); en 1983, en medio de la bonanza académica, se inició la construcción del que actualmente es el bloque B, el nuevo proyecto tenía la misma estética del primer edificio no colonial del plantel y reemplazó la casona principal construida en la década de 1920. Y con la bonanza, el colegio no solo tomó fuerza en lo académico, sino también en lo artístico con el coro institucional y en lo deportivo con las olimpiadas donde la coordinación y la disciplina se destacaban por lo ejemplares.
Bajo la dirección del Hermano José Ignacio Riveros, el colegio adquiere una casa vecina a la gruta interior y monta allí una carpintería y varios salones.
Entre 1994 a 1998 en la rectoría del Hno. Agustín Nieto se implementó “El Aprendizaje Significativo” como modelo pedagógico. Procurando siempre la formación integral de sus estudiantes, se han construido espacios para tal fin, destacándose el Jardín Botánico que recibió por nombre: “Hno. Daniel Julián González Patiño”, y las aulas especializadas para la enseñanza práctica de distintas disciplinas. De igual forma, vale la pena destacar que durante la rectoría del Hermano Arcadio Bolívar 1998, se desarrolló el proyecto “Células: asociados aprendemos” basado en la confianza, la responsabilidad y el espíritu de colaboración. De igual manera, y siendo conscientes de la importancia de la formación pastoral y la responsabilidad social, se instituyeron los centros de proyección social, que eventualmente se convirtieron en referentes de dinámica pastoral para el Distrito Lasallista de Bogotá.
Desde sus inicios, el proyecto educativo institucional del plantel ha tenido varias reformas, adaptaciones y renovaciones inclusive, cambios que han buscado integrar al instituto con la realidad local y nacional, así como, modelar su currículo para cumplir con las expectativas de los estudiantes se implementó como modelo pedagógico “La Pedagogía Conceptual”.
Viendo la necesidad de ampliar la educación para adultos el Hno. Arcadio Bolívar ofrece la “Educación Nocturna” en las instalaciones del colegio.
Y en 2001, con el Hermano Carlos Carvajal a la cabeza, se compran dos bodegas vecinas al edificio sur recuperando una importante parte del terreno que se había cedido y vendido en el pasado. Se continúa con el modelo pedagógico “Pedagogía Conceptual”.
Hacia el año 2005 en la rectoría del Hno. Ramón Santafé Moros, se da inicio al proceso de unificación de jornada escolar con los grados transición, 10° y 11°, implementándose así, tres jornadas de 6° a 9° de 6:30 a.m. a 12:00 p.m., de 12:30 p.m. a 6:00 p.m. para la básica primaría. En este mismo año, el colegio adquiere dos buses y una buseta y refuerza con ellos la flota del servicio de transporte estudiantil. Durante este periodo, se implementó como modelo pedagógico “Aprendizaje Mediado”.
En 2009 con el direccionamiento del Hno. Miguel Ernesto García Arévalo se unifica la jornada escolar, haciéndose reformas estructurales y se inicia la modificación del modelo pedagógico que se implementaría en el colegio, tomándose elementos de la “Pedagogía Conceptual”, así como una visión de autonomía hacia los estudiantes de los grados de bachillerato quienes acuden en sus clases a un aula especifica en cada asignatura.
El Instituto siendo parte de la red de comunidades lasallistas, recibe su certificación con la Norma ISO 9001 del sistema de gestión de la calidad otorgado por el ICONTEC, así como, The International Certification Network (IQNET). Desde entonces ha venido actualizando su certificación, garantizando a la comunidad la eficiencia, la eficacia y la mejora continua de sus servicios. En el año 2010, con el liderazgo del Hno. Rector se realiza la construcción de una cancha sintética con fondos proporcionados por los padres de familia.
Hacia el año 2014, durante la rectoría del Hno. Camilo Vargas Castillo, los directivos reflexionan acerca de la necesidad de fortalecer la instrucción del idioma inglés e incluirlo en la enseñanza de distintas asignaturas, por lo que el año siguiente se instituye formalmente una política gradual de bilingüismo, con la enseñanza de las ciencias naturales para los niños de grado transición y primero.
En el año 2015 el colegio establece convenios de inmersión con la Universidad De La Salle, la Universidad Jorge Tadeo Lozano y la Universidad La Gran Colombia, para que los estudiantes de grado undécimo cursen el primer semestre de una carrera profesional en la segunda mitad del año escolar. Esto ha representado una gran oportunidad para los futuros bachilleres y sus familias, pues no sólo les permite empezar su formación profesional, sino también adaptarse a la vida universitaria. De igual manera, se inició la implementación de convenios con jardines infantiles, dándoles a conocer la oferta educativa del colegio y promover así el ingreso de niños a grado transición y primero.
En el marco de la celebración del centenario de la Institución, en el 2016 y bajo la dirección del Hno. Jairo Hernández Jáuregui, se dio paso a un evento importante en la historia del colegio, ingresan las primeras estudiantes del sexo femenino a la institución (5 niñas a grado primero de primaria), iniciando así la transición a educación mixta. La decisión de hacer partícipes a las niñas de la formación del Instituto fue tomada luego de un proceso de análisis y reflexión que tuvo en cuenta a toda la comunidad educativa.
Con enorme regocijo, el 11 de septiembre de 2016 se celebró el centenario de la fundación del Instituto, recordando eventos importantes de su historia y reconociendo públicamente la labor de trabajadores de larga data en una ceremonia de gala que contó con la presencia de miembros de la comunidad educativa e invitados especiales.
En el año 2017, se proclamó la última promoción masculina de bachilleres y se continuó activamente la transición a educación mixta, ingresando niñas a preescolar y primaria. En el año 2018, ingresaron niñas a todos los grados; así, este año el Instituto proclama su primera promoción mixta de bachilleres.
Como acontecimiento en la historia del Distrito Lasallista de Bogotá, en el 2019 se nombra por primera vez como Rector del Instituto San Bernardo De La Salle a un seglar, al Mg. Astolfo Oliveros Zambrano. En este mismo año, culmina la remodelación del parque infantil, acogiendo la temática de “parque interactivo vial”, donde el protagonismo lo llevó el bus No. 01 “Reliquia Bernardina”, constituyéndose como un bus aula, siendo una herramienta pedagógica que apoya los procesos de enseñanza-aprendizaje.
Hacia el mes de febrero del año 2020, los medios de comunicación nacional empiezan a informar sobre una enfermedad causante del síndrome respiratorio agudo severo llamado Sars CoV-2, comúnmente llamado Covid 19 y es hacia el mes de marzo donde las entidades gubernamentales nacionales suspenden de manera preventiva las clases presenciales, el equipo de Consejo de Coordinación se reúne de manera extraordinaria y establece la estrategia “Bernardino Aprende en Casa”, dando continuidad a los procesos académicos y de convivencia del Instituto.